Caso de Marta 2

Al leer el resto de reflexiones de algunos de mis compañeros sobre el caso de Marta me ha hecho ver otras perspectivas que al comprarlas con mi trabajo me he dado cuenta que cambiaría algunas cosas.

Los niños son curiosos por naturaleza, y muchas veces las cosas que hacen no las hacen siendo del todo conscientes e incluso a veces no diferencias el bien de lo que esta mal como comente en la anterior entrada del caso de Marta. Esta en su naturaleza tocarlo todo o preguntarlo todo. Hay que dejarles explorar, que descubran nuevos campos y sobretodo que tengan ganas de aprender y se asombren al conocer cosas nuevas. 

Sigo manteniendo la misma opinión en cuanto a que hay que marcarles límites. Cuando hablo de “límites” me refiero a que deben saber por mucha curiosidad que tengan lo que esta permitido hacer o no en el entorno donde viven ya que si no se les pone unas ciertas normas desde pequeños luego harán siempre lo que quieran.

 Aunque hay una cosa que si cambiaria con respecto a la otra entrada y es que por mucho que haya hablado de límites puede ser que Marta actué así,  no por falta de normas en el hogar, sino porque seguramente con esa edad simplemente quiere descubrir cosas, captar la atención de sus padres o por mera diversión.

Simplemente siempre hay que estar atenta a la conducta de la niña por si sigue pasando el tiempo, crece y se mantiene en esa línea de sacar cosas y tirarlas aun ya teniendo algo de razonamiento y sabiendo que hace mal.

Las opiniones del resto de la clase me han ayudado a entender que se puede ver el problema de muchas formas y puntos de vista. Y sobretodo a sacar ideas que no me había parado a pensar.